• SOCIALES

    Es parte intrínseca de la misión del instituto, la solidaridad y ayuda humanitaria a los más vulnerables en circunstancias de desamparo económico o desastres naturales en el país. Lo humanitario, entendido como la identificación consciente y responsable con la existencia de todos y la justicia social es destino de muchos de los tiempos y recursos de INSTAR.

  • FONDO VETERANOS




    En la actualidad, muchos de los activistas, disidentes,opositores y periodistas independientes veteranos se encuentran en situación de vulnerabilidad.

    Ello está relacionado con la crisis sistémica en la que se encuentra la Isla, la avanzada edad, la descapitalización, la persecución y los estigmas sociales a los que han sido sometidos durante años en un contexto totalitario como el cubano.

    En INSTAR somos conscientes de que para construir la democracia en Cuba no puede haber olvido. No sólo se trata de rescatar la memoria histórica o los derechos perdidos, sino también de acompañar a las personas que han luchado antes que nosotros y han construido caminos por los que los activistas hoy pueden transitar. Por ese motivo, constituimos un Fondo para Veteranos.

    A través de este Fondo queremos, no sólo reivindicar el reconocimiento hacia la labor que han realizado nuestros predecesores sino, también intentar proveer apoyos que los acerquen a una vida un poco más digna y con los cuidados que merecen luego de tanto esfuerzo y sacrificio.

    Dadas las condiciones en Cuba, entendemos que no podemos solucionar sino apenas aliviar un poco la precariedad en la que puedan vivir estos activistas. Con el Fondo para Veteranos sistematizaremos una asistencia material, no monetaria, y daremos acompañamiento a las necesidades básicas específicas que cada caso requiera. Es decir, mostraremos nuestro respeto y agradecimiento a los que nos antecedieron en nuestra lucha.

    Para poder realizar este proyecto necesitamos ayuda de todos los que puedan localizar potenciales beneficiarios del Fondo para Veteranos o ser parte de la red de apoyo (ya sea de manera voluntaria o mediante la oferta de los servicios remunerados que se requieran) para los veteranos en Cuba. Recibiremos información en nuestro correo: veteranos@instar.org


    ¡Desde INSTAR quedamos muy agradecidos con todos aquellos que se nos sumen!














  • TORNADO 27 DE ENERO 2019




    En la noche del 27 de enero de 2019, un tornado sorprendió a los habaneros. Este fenómeno natural, con muy pocas menciones históricas en el curso de nuestra convulsa trayectoria climática, destruyó en menos de dos horas gran parte del fondo habitacional en barrios populares de la capital. El pueblo donde se asentó inicialmente una comunidad indígena, Guanabacoa, quedó desolado precisamente en sus barrios más precarios; el enclave de afrodescendientes vinculados a la tradición portuaria que ocupa el municipio de Regla, se convirtió en montones de escombros, donde antes había esquinas y bordillos; El Lawton de la colonial y literaria Calzada de Jesús del Monte, cobijó en su patrimonial iglesia a desesperados vecinos que perdieron la mitad o la totalidad de sus viviendas; y en Santos Suárez, aun cuando se construyeron sólidos muros durante la bonanza de la clase comercial del periodo republicano (1902-1959), los estragos arrastraron estanterías de farmacias, autobuses y coches, por las calles y hasta los portales de las casas.





    El tornado no avisó, y la presencia del Estado llegó después de que el propio pueblo se movilizara sin esperar indicaciones de "arriba". La sociedad civil se organizó como pudo y prestó ayuda con sus recursos, o mejor dicho, compartió lo que tenía. Contrastaron la solidaridad espontánea con la represión con las iniciativas independientes de la ciudadanía, sin embargo no pudieron evitarlo, era una marea de gente que no entendía de miedo y se autoconvocó, lo único que importaba era ayudar. Había una pregunta para asegurar la confianza cuando las personas solidarias convergían en un mismo espacio, era: Yo soy cubano, ¿y tú? a lo que el otro respondía: Yo también soy cubano; eso era suficiente.

    El INSTAR, dada la experiencia acumulada en la coordinación de la ayuda humanitaria durante el huracán Matthew, pudo reaccionar de inmediato y creó un grupo de apoyo que articuló eficazmente las intenciones solidarias de individuos y grupos ciudadanos. Sin ninguna intención protagónica, y sabiendo que el esfuerzo se ahogaba en un océano de infinitas y acumuladas carencias, distribuimos medicinas, alimentos, objetos útiles y de primera necesidad como sillas de ruedas y equipos de baterías solares, así como básicos.












  • CICLÓN MATTHEW




    En octubre de 2016, un fuerte huracán arrasó con el primer poblado de Cuba, donde se asentó la villa de Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa al inicio del proceso de colonización. Es un enclave residencial que aunque tiene valores patrimoniales inherentes a las bases culturales de la nación, ha sufrido el abandono estatal durante décadas. Fue una importante zona de tráfico comercial durante los primeros cincuenta años del siglo XX, pero su arquitectura es mayoritariamente colonial, y gran parte de ella es de madera.





    Cuando Matthew azotó la zona, tanto las casas tradicionales como los edificios mal situados junto al mar quedaron en ruinas; y con ellos, su gente. El gobierno hizo grandes esfuerzos por ocultar la devastación, pero los habitantes tomaron fotografías que dieron la vuelta al mundo y la solidaridad de las personas sensibles se movilizó en forma de dinero o suministros. Meses después del ciclón, en Baracoa faltaba de todo. Desde el INSTAR se decidió intentar llegar a los damnificados con bienes útiles y medicamentos. La directora, Tania Bruguera, y el científico Oscar Casanella partieron hacia el este de Cuba. Al salir de La Habana, fueron interceptados, detenidos e interrogados por agentes de la Seguridad del Estado. A pesar de este intento frustrado, el INSTAR logró entregar ayuda para la reconstrucción de viviendas. Valia Garzón estuvo a cargo de la coordinación de este esfuerzo social.