• DATOS DE INTERÉS

    INVITADA:
    LÍA VILLARES

    ANFITRIONA:
    ANAELI IBARRA


    Sinopsis:

    Conversación con Lía Villares, escritora, artivista y músico. Lía traza una cartografía crítica del activismo en Cuba durante las dos primeras décadas del 2000. Desde los talleres literarios con Jorge Alberto Aguiar y la producción de la revista Cacharro(s), hasta Porno para Ricardo, el boom de los blogs en la Isla con el activismo de Yoani Sánchez, el proyecto Varela de Oswaldo Payá, el desarrollo de Estado de Sats, las Damas de Blanco, Cuba Decide, Galería el Círculo, la campaña en contra del decreto 349, Movimiento San Isidro. Lía ha sido una testigo de la actividad opositora en Cuba en los últimos veinte años y cuenta de primera mano las tensiones y conflictos entre disidentes, las estrategias del poder estatal para controlar y administrar las tensiones y las distintas formas de resistencia desde la Isla y fuera de ella para contestar al poder.

    Biografía:

    Lía Villares

    Artivista. Escritora. Músico. Graduada de la cátedra de guitarra del Conservatorio Amadeo Roldán en La Habana, 2000. Cursó estudios de Composición musical en el Instituto Superior de Arte (ISA) de La Habana, 2002-2005. Cultiva la fotografía, el diseño y el audiovisual (new media) de manera freelance. Es defensora de los humanos y promotora cultural. Formó parte del equipo técnico-creativo del proyecto independiente Estado de SATS, como webmaster, diseñadora, editora, realizadora, curadora y fotógrafa, conjuntamente con estas y otras labores de activismo como parte de la Campaña Por otra Cuba (2013). Fue miembro de la banda de punk-rock contestataria Porno Para Ricardo. 2014-2017. Colaboró con el Instituto de Artivismo Hannah Arendt y la propuesta de plebiscito vinculante CubaDecide. Fue co-creadora y curadora del espacio expositivo alternativo casa-galería El Círculo, junto al artista Luis Trápaga. El Círculo es la sede de CubaRaw, una agencia autónoma de fotografía cubana. En 2018, fue víctima de un registro de la Seguridad del Estado, donde perdió todo su trabajo audiovisual y sus recuerdos personales. Después de una larga restricción de salida del país, en 2018 se le permitió abandonar la Isla, experimentado por la artista como un exilio político forzado. Desde entonces vive desterrada, en Miami, sin posibilidad de retorno. Desde 2020 trabaja en la ong Cubalex, como oficial de programas. En 2023 gana una de las 4 becas de la Fundación Mellon para académicos perseguidos para el Cuban Research Institute de la Florida International University.










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    Serie Arte y censura: Cruces entre arte y activismo

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